domingo, 7 de diciembre de 2014

Rojo Carmesí



 

Dedicado a AileenDickens, que no será la primera ni la última vez que la nombre en una dedicatoria,  porque a mi también me salvó de alguna manera un sábado de Enero que nunca olvidaré.
Recordad que el personaje es siempre la autora, pero la autora, nunca es su personaje.
Con cariño...


- Agárralo-  dijo.

 La pormenorizada sensación de volver a sentir el tacto llano y absorbente de las teclas al ser pulsadas después de la aletargada lejanía de un paisaje.
 Los últimos vocablos evocados al verso inhanerente de una mentira desvencijada. Corre, sí corre, y fluye. No sea que se escape lo que no tiene nombre. Adiós.
 Me imagino con tu nombre, me saboreo y me recreo en tus compases que son melodías celestiales, me irrita el reflejo aquel. - Yo no soy tú decías – Y sales, sales. Desagradecido.
 Evoco al reflejo ingrato de una mentira bien conservada, no es que tenga más mérito, es que tú tienes menos, o más, según con la liturgia con la que se mire. Y tú, tú, mujer de pelo largo. Que plantas un beso un poco después, cuando te desvaneces etérea, que te cuidas de los cuidados habidamente deshilachado, ando atenta para no perderme tus detalles, pero descubro lo que no se de ti, y muero si hace falta, tiene sentido por ti. Y si hay que nombrarlo de un modo, te llamaré por tu nombre. Para sorprender.

Engendras tus caprichos de madrugada, ganando el juego cuando nadie puede jugártelo, y te ocupas de exigir tus reglas, tus miedos, y tus consignas alienantes antes de hacer aparición. Como personaje secundario de cantina de tercera, cual recién llegado con el pescuezo arremangado hacia atrás, tunante por ventura y clausurado por la desesperante idea de la intromisión. - Locura he oído que te llaman- Te dije aquella vez. – Genio menor-  me contestaste
 Desesperante bufón de cantina, lárgate sólo para poder beber de las mieles de tu regreso, para obviar tu recuerdo, para menospreciar consciente de mi error y con los dedos entrecruzados, tu intransigente presencia.
 Lárgate, pero sólo para que no te tengas que ir muy lejos.


Coima. No, coima no, puta. ¿Como puedes volver aquí? Fructífero cabrón. Valiente hijo de puta. ¿De donde te fuiste? ¿De donde vienes? Sabía yo que volverías. Tú, que ofendes a tu propio nombre, tú que desprecias a las ponderadas ansias de tu regreso.
 En el paraiso decían que solías vivir, lo corroboro, porque más que ahí vivías en su vida. Y la suya por la tuya. Sí tú, valiente hijo de puta, que agravias con ultrajantes embustes el enclichado recuerdo de una pasión desvencijada por las ansias de ficción. Tú, el mismo que expendías subastas ingratas mientras le claudicabas los temores infundidos por tu boca.
 Te envidio.
Arsenal de humedades despectivas en calor de un arrope, fuego de mundanidad,  ansias deshinchadas… Ansias de volver a respirar.
Pones precio a lo que no tiene potestad, le pones precio a un adios, claudicas las alas que no han empezado a volar. Eres lo profano, la personificación de lo que no sale, del tupido, eres el fluir pero al contrario, el lo tengo pero no estará. La divina idea expresada por un pueblerino apocado a su raquitismo, la máxima que salió hace media hora, antes de llegar siquiera a hacerlo. Eres el silencio que más mata. Esperpento que aflige.

¡Pero ay! ¡Ay cuando te encuentro…! A ti, a ti que con tu mente facinerosa has claudicado una rosa por ostentar la prepotencia pormenorizada de un jardín, que has manchado de hipocresía maldita y corrupta a la más inocente de las criaturas, a la esperanza. ¿A ti? A ti te escupiré y bailaré sobre tu propia tumba solo por esta última afrenta, y entonces a ti no te quedará nada, porque las verdades que ahora sonaron siempre como mentiras son las que te desvalijaran los bolsillos del alma, a ti ya no se nada más que decirte de todo lo que me queda por decir…
 Te fugaste con un amor en renta, sin renovar contratos, sin prorrogas de veranos extraordinarios y abocados a septiembre. Sin papeles de por medio y con todas las facilidades de pago.
 Te cansaste de no vivir cansado, de abrir la puerta y que te golpeara su hilarante aroma a dulce y fresco, del sudor que suena a sal y sabe a miel, te cansaste de saciarte, te cansaste de que los buenos días de sus ojos te iluminaran el mundo.
Magnífico insensato, nunca tuviste lo que atesorabas, pues lo tenías pero lo tenías comprado, quizás nunca lo quisiste alquilar y quizás fue por eso te fuiste sin pagar. No me cabe en la cabeza, me explota, cómo alguien puede ultrajar a la belleza más limpia, cómo alguien puede recurrir a un “no” recurrente tantas y tantas veces para decir que no le apetece el paraíso, es tan necio como decir en medio de un polvo que te estás cansando de este orgasmo, solo que decir que te cansas de ella es todavía más estúpido.

Tu mismo te castigarás, te corroerás cuando en el momento de sublimación mortuoria te des cuenta que tu peor castigo será el día en que te arrepientas, pues has tenido pan, pero ya nunca más los dientes. Pero no lo harás, y siento lástima. Porque el dolor sería aún un sentimiento dulce entonces para ti. Porque significaría ver la verdad, la del esplendor de mirarte a los ojos y comprenderlo todo, la de que tu recuerdo alimente la más reconfortante de las fantasías, la de soñar con tu nombre y tocarle la puerta a lo exquisito. Irse al cielo y robarle unos versos a Dios porque ninguno de los habido ni por haber puede siquiera equiparársele. La de desvivirse por un sonrisa.
 Me quema, me quema tanto su dolor como si fuera el mío, y lo es. Ella es la palabra, el verbo oculto tras un tedioso ejercicio.

-          Me has salvado la vida ya, en una ocasión, puedes volver a hacerlo- Dije
-          - ¿Yo? Yo solo soy alguien- dijo.
-           – Tú, tú eres un milagro. Eres el aire que se convierte en oro, lo imposible no existe, pero tú estás aquí. El azar es un puta que se divierte chutando balones contra la pared y decidiendo luego donde impactan, y de todas las millones de salidas y probabilidades tú. Como dos letras formando un nombre, un nombre propio que nace de la miseria más absoluta del engendro Caos para convertirse en lo más bello, y en la única belleza. Millones de partículas que se conforman al azar, y tú. Ni más que menos, reconciliándome con el mundo, porque si tú existes todavía todo esto valdrá la pena ¡Qué grandeza! Eres la máxima que sublima el aire. El triunfo de la esperanza sobre la experiencia, de lo maravillosamente irracional, sobre la razón. ¿Solo eres alguien? Sería estúpido pedir un ápice más cuando aquí está el todo, tú.

Lo he perdido todo hasta este momento.
He perdido la infancia, he perdido la dorada y luminiscente adolescencia. He perdido el presente y hasta por austero el futuro inquieto. Estoy perdiendo este momento mientras pienso en inmortalizarlo. He perdido la vida, los besos, las risas y hasta la línea recta.
 He perdido las frases hechas, las putas horas del reloj, y hasta mi nombre. He perdido la suave calma de no saber por donde andas, y hasta los ojos.  He perdido el sentido, del todo, menos el crítico. He perdido una sombra, y un amor, y el perdón de los que ya no están, he perdido las lágrimas que no podré llorar. He perdido tantas, y tantas cosas. Y lo peor es que aún siento, se, y quiero que voy a perder muchas más. Y me arrepiento, aunque nunca lo haga. Me arrepiento del miedo, del traicionero y de lo que ya no quiero. Me arrepiento de los últimos compases, de los del medio, y si me apuras, hasta del comienzo.
 Soy yo. Me muero, vivo, y comienzo. Me busco y me encuentro. Me vuelvo a morir si hace falta y comienzo, comienzo un nuevo final que todavía no está escrito, pero lo estará. Pero no me aflige, se que esta no será de lejos la definitiva, pero más cerca estará, lo habré perdido todo, pero tú, tú desde luego estás.
 Tienes otro nombre, tienes otra cara, quizás otras piernas y diferente lengua. Pero eres tú. Y no se porqué que me da, que esta vez serás tú, con nombres y apellidos. Y nada más, y esta vez va en serio… No me faltes nunca.
 

domingo, 30 de noviembre de 2014

Mar

Os presento un framento del recopilatorio que ando preparando, y que antes de que finalice el año, si todo va bien, bajo el título de "colores" y con una presentación y contexto muy especial, puede que ya esté finalizado.



Oníricas olas que al mar iracundan, etéreas y difuntos cadáveres de utopías quiméricas. El mar es el hotel del trotamundos, el sincero, del nauseabundo bohemio que con su mirada condena el mundo, el mundo que ayer le escupía, y que hoy por ventura pasajera aplaude, mientras en un vacuo intento por comprender lo que desprecia, lo contempla sin los dedos.

El mar tan cercano, el mar, tan caballero… Tan estático como visceral, tan enigmático como singular.
¿A donde se han ido los hados? que besan con mentiras piadosas al borde de una esperanza ficticia.
Y a veces escribo, escribo sí, no me avergüenza decirlo. Y sin saber muy bien a donde se encaminan los textos, luego recuerdo a donde iban, y me descubro suspicaz descubriéndolos por primera vez al segundo siguiente del instante anterior. No se ni como, pero concuerdan… Como si al tirar una pelota contra la pared el impacto hace su apareciendo en un resquicio determinado, y nada más que en ese. No se de donde salen los más iracundos o los que osan rozar las decentes cotas, pero me los apropio como malvad que soy, porque sí, también lo soy. Soy una malvada, una mala persona, ¿Porqué no?
El arte no es credencial del que pinta, sino del que interpreta el silencio.



Fulgurante gaviota zalameda que ondeas ofusa en el ocaso de una tarde embravecida. Las ondulantes obnubilaciones de la espuma blanca carmesí se apoderan de tu nombre. Espera el letargo de cuanto es ocaso, el olor a marino y putrefacción de tus versos que ondean bellos y difusos en las olas, que por vientos se roban caracolas, y que por verdad se enfrentan a la firmeza antártica de una roca que de aquí, certeza existe, quizás en algún lugar, no se moverá.

El mar es un hotel que no es de nadie, el mar es el que se roba los últimos y más cálidos rayos del ocaso. El sonido que caotiza, y el olfato a base de epifanía salina. Y hasta la línea recta.
 El mar es el sonido más bello en su monotonía que tan solo un sordo podría describir, es sólido en la mañana, lo sigue siendo a la hora de comer…, es sordo por la tarde, y aún en el ocaso el decibel de su silencio no se deja entrever.

 Espuma blanca que choca y limpia en su purga. Majestuoso camino inquieto el que contemplo en un mar austero, mientras con tu música sutil te opacas, traicionero.
Inmenso como el vacío, vacuo como el sendero, azul como la muerte…
Ante ti se abre el mundo, y tú, como padre orgulloso lo miras a la cara y le das la espalda. Indiferente a sus diferencias, altanero ante sus despojos. ¿Tú? No, Tú poeta ante los poetas. Tu eres la cúspide de los malhirientes, la fuente de los que desean, el alma de los que aspiran, la cura de los que sienten.
 A tu lado se confabulan días y glorias, zarzas y espinas que algún día agradecerán tu memoria.
Y es así, tu permaneces estático en movimiento, impasible a las mentiras del jugador que no juega al juego jugado hace tiempo ya, sí, a ese al que llaman tiempo, no.
Y es que tú no pides, tú tomas, tú nunca olvidas, porque nunca retomas. Te has olvidado de nosotros y nos cantas con versos marchitos o con el traje de gala a medio abrochar.
 Me olvido a veces de apreciarte, te pierdes en la intransigente obviedad de la monotonía fría. De esas de no tener un nombre, ni una fecha, ni una edad… Redoblas tomando la voz, te paseas por la ventana, sonríes y regalas caprichoso mañanas.
Tunantes son tus pretextos, ¡tormento!, plusvalía tus presentes sin embargo.

¿Dónde radica tu patria? ¿Eh?, Caprichoso. ¿Eh?, bello. ¿Eh?, padre… ¿Eh?
Y te vas…, te vas para que todo tenga sentido, para que nada se pare, y en la intemporalidad no tengas que existir. Pero sí tu recuerdo.
 Tus letras se olvidan necias en el sino, tus hados son sublimes pero no por ello divinos, tu nombre no es ni más ni menos que el idioma del mundo que se torna mundano, mientras con la lengua toma camino, para darse nombre a si mismo. Mar.






domingo, 7 de septiembre de 2014

Estrenamos Temporada











Así es, en Generación De Los 90 el nuevo año ha comenzado. Y como no podía ser menos, aquí en DCELL también estamos de estreno.

El nuevo año nos seguirá trayendo el ya clásico contenido de opinión, la frecuente creación expresionista, y la novela breve tan usuales en este blog.
 No obstante, desde DCELL también queremos apostar por un contenido más madurado y la búsqueda de nuevos proyectos en los que embarcarnos. De esta manera, este será un año de contenidos renovados, innovación, y fusión de estilos, en el que contaremos con la colaboración de diversos artistas del panorama.

Queremos ofrecer un contenido más elaborado, continuista, y por su puesto de calidad, así que serán más frecuentes nuestras actualizaciones, y los avances de nuestro contenido más extenso.  En adición, nuestra actividad se repartirá entre este mismo blog, páginas asociadas como por ejemplo El blog oficial de G.90, y, por primera vez !Actuaciones en vivo y en directo!

No os perdáis detalle y visitando con asiduidad este blog.


Y ahora, para ir abriendo boca aquí tenéis, un breve fragmento de nuestro trabajo en conjunto, para que conozcáis un poquito uno de los proyecto en los que andamos trabajando; este se trata de un conjunto de textos fugaces que coexisten en la individualidad y en la colectividad, siendo aquí donde cobran su mayor sentido, construyendo su propio universo genuino. Vienen a relatar situaciones y emociones muy concretas que van cobrando mayor sentido cuantos más textos leemos, pertenecen al género expresionista y el proyecto en si será una colaboración entre miembros, en la que actualmente estamos trabajando.
Personalmente puedo decir, que siento gran orgullo de ellos:

"
“Tú”

 ¿Y como agradecer una sonrisa traviesa? Aviesa de intensiones, vacua sin embargo en las frustraciones momentáneas que le acusan ofusas en su pensamiento. ¿Y como agradecer la vida? Digo yo. Si es que por vida entiendo donde vivo, que es donde aún no he vivido, a sabiendas de que aún viviendo, no viviré quizás, si es lo que se entiende por vida.
                   
 Pero aún estoy viva, aunque muero un poco cada vez que vienes, puede que no tanto como para saber como hueles. Sabes a sol, y a luna despeinada por el rostro inanerente de la tragedia griega. Eres tan axiomática como inaccesible, fuego que quema mientras hiela en la mirada descuidada de una tarde, que no quiero que llegue nunca, tan sólo por no tener que verla terminar.
Me obnubila tu recuerdo, tu imagen es utopía, tus formas amargura, y tus labios, poesía.
 Eres como los disparos del aparcamiento de al lado; rauda en el recuerdo, sentenciosa en la carga, sonora en la necesidad. Eres la canción que le da color a la soledad, la compañera, la del cambio, la de los futuros inciertos, eres el orden y punto, el texto que cobra sentido. Eres el futuro, concediéndole caprichos al pasado.
 Y no me salen las palabras, es normal, si es que no se puede decir lo que por relativo está mal. Es un pecado nombrarte, mas lo es más dejar de hacerlo. Tus palabras son mentiras, en el mismo momento que dejan de serlo.

En la ciudad todos habíamos muerto ya, solo era cuestión de tiempo. Así que cansada de nunca encontrarte vine a buscarte, harta de nunca encontrarte porque te andaba buscando. Sentí que eras tú en el momento que te ví, y no es que me importe mucho la belleza convencional, pero tú por suerte eres así, ora pequeña en ambición, ora epifanía. De mirada penetrante al corazón, de palabras que hasta a Hernández ensombrecerían.
Acentúa el rojo carmesí por doquier, de la mesura de hacer justicia a tu querer, que por querer te robas el alma, y yo que te la doy, hasta sin querer.

 Coincidencia, destino quizás, o sencillamente que pasó así. Pero el caso es que la belleza se volvió a cruzar en mi vida, y fue perfecto, por un instante, para mí. Ya no habían sombras, ni miedos. Ni tan si quiera recuerdos de los males que pudieron ser, y no fueron.
Sólo estaba ella, ella… y por un precioso y dilapidado instante las palabras trascendieron, mientras miradas cruzadas alimentan una imagen que le dice al negro, yo, no quiero. Es entonces cuando todas y cada una de las cosas a tu alrededor pronuncian la más onírica y concreta de las palabras, provocando erizante fulgor, y con voz tácita y melosa me susurras “NO”…
Cuando lo único que quiero es volver a verte, aunque lo se, todavía no te has ido, cuando vuelven los miedos, esos que dicen que no te volveré a ver, que seré una hoja más que arrastra el viento por tu vida, que no seré para ti más que lo que son los demás para mi…. Entonces sonríes, te vuelves dulcemente, me das un beso en la mejilla y te alejas, caprichosa, indulgente.

Hace tiempo que no duermo en una cama, no me importa, te tengo a ti. Lágrimas que se difusan, obtusas, efímeras, siento huir de mi. En el clamor de mi almohada no vale la pena luchar contra el caos, será mejor aprender a fluir con él, a follárselo de vez en cuando, se podría decir que me gusta bailar sin los pies. Extasiarme con semejante droga o bálsamo en el desierto, me gusta vivir, e incluso, lo que no es vivir.

Porque la supresión de los grilletes de la desesperación autártica, y bien intencionada, ya no tiene cavidad. Puesto que al ver sus ojos ya nada importa…Cuerpos que trascienden aún más allá, olvida todo lo que has aprendido, obvia lo que tú sólo sabes, simplemente fluye, vívelo, siéntelo… es entonces cuando su carne misma, se convierte en un bello poema.
 Y eso, queridos amigos… Es la dama Esperanza.
  He escrito mucha mierda últimamente ¿no?, ¿Y qué?, por cierto ¿Y cómo agradecer una sonrisa traviesa, pronunciada dulcemente?"
 Continuará...

¿Qué aún no entiendes nada?, es posible. Visítanos de nuevo para conocer los últimos avances, y muchos otros textos inéditos.
"Sólo los idiotas precisan de organización, los genios pueden controlar el caos"

lunes, 28 de julio de 2014

La Una




Permitirme un pequeño inciso de nuevo. Hoy os vengo a traer una carta, que el 17 de Julio de 2014, di a leer por primera vez a mi madre. 17 de Julio que sin duda, cambió mi vida, por completo, y a mejor.
Hoy quiero compartirla con vosotros porque sí, porque me apetece. Porque las mejores historias radican en la vida, y la vida, merece ser contada.




La primera vez que comencé a escribir de forma seria, el calendario marcaba el 12 de Diciembre de 2012. Ese mismo día dejé unas cuantas hojas en blanco para escribir las historias más dulces y oníricas del mundo.
 Hoy vengo a contarte una historia, “La Una” quizás, eres la primera y única persona que lee estas líneas, y por el momento, deseo que así sea. Ya entenderás porqué…
 Quizás esta sea la más difícil de plasmar, y por eso la escribo, por eso y porque me desidia decir las cosas dos veces. Porque si tratase de tornarla oral, no sería capaz de decir una palabra, de tantas y tantas que tengo que escribir…
Sólo hay una regla; has de leer el texto al completo, y de una sola vez. Así que si empiezas has de terminar, y no hacer preguntas hasta entonces…


 No se por donde empezar, sinceramente. Quizás hablando desde el corazón, dicen que reporta belleza siempre.

 El valor que se gana por miedoso es el peor enemigo que te puedes agenciar, de eso se mucho. Si en su momento hubiese dado un paso al frente y te hubiera dicho la verdad, me había ahorrado un lastre que me ha atado durante toda mi vida.  Se que hubiera bastado con unas frases… Y no veas como me reconcome no haberlas dicho nunca, porque sin dudas es un fantasma que me ata y desata, y de apoco va matando, me coge y levanta, y vuelve a tirar… Desde luego, todo podría ser felizmente diferente hoy. Y eso siempre me seguirá matando.

 Dudé en algún momento, pero la verdad siempre estuvo ahí, sólo que no era fácil de interiorizar. Y por azares e impuestos de la vida mi desarrollo se tornó paralelo. Y me vi inmerso en una realidad que Yo no quiero, Yo, no quiero... Ni quería, y se que no querré. Pero la sociedad te impone y te somete. Tú debes ser fuerte, gallardo, robusto. La otra persona por el contrario empática, abierta, bella. Y yo pregunto, ¿Quién es el que otorga las verdades, si tan sólo yo, soy yo?
 En efecto Mamá, viví por costumbrismo, por miedo, por ansiedades, por llantos, por incomprensión y desconocimiento. Y yo no quiero vivir así.
Dicen que cuando un cautivo vive demasiado tiempo con su cautor desarrolla cierta necesidad imperiosa hacia él. Lo mío fue similar, viví como hombre por esconder la cabeza debajo de las sábanas tras la tormenta, y me acostumbré a no pensar. Porque como pensase me echaba a llorar.
 Y de ahí venían los llantos desconsolados sin razón cuando era niño, con eso de “No se lo que me pasa” Y era cierto, aún no entendía lo que era la ansiedad.
De ahí derivó una “curiosidad” silenciosa,  por saber lo que me pasaba. Y con ella la idea idiota de que lo que hacía era pernicioso o vil. Tan sólo porque no era lo habitual.

El entorno no ayuda, no sólo el cercano (y no tengo nada que reprochar, al menos no a ti, si no a mi), pues te venden la moto de que sólo existe un camino hacia la felicidad, cuando esta se esconde en la mera sonrisa de cuando la lluvia comienza a escampar.
 Y comienzas a dejar las cosas pasar, porque duele menos, pero la gangrena se extiende y aunque la ves crecer día a día, no te paras, porque el silencio es menos doloroso. Como la calma que precede a una tormenta, o una sonrisa de casting barato.
 La vida se convierte, entonces,  en una puta divertida que acaba por cobrar factura.
 Y las facturas llegan como el invierno, frío e impasible. Y como no tienes nada más que la propia mentira que estás viviendo, te aferras a ella. Si es que no tienes nada más, además ser “lo otro” está… ¿mal?
 Y los chavales, tus “amigos” quizás, se ríen de ti. Es normal, no eres normal. Eres el más bajito, el más endeble, el que no encaja en los juegos, el que no chuta fuerte… Lo único que te queda en un momento dado es tu propia estima, y autarquizada prepotencia para poder sobrevivir.
 Y te aislas más en ti, porque como le dijo aquella profesora de cuarto de primaria a tu madre, “Su hijo dice que no tiene amigos” y es cierto, no los tienes porque no encajas. ¿Cómo vas a encajar si cuando ellos juegan a las canicas tú ya le escribes líneas al dolor? Si ya reflexionas sobre el valor de la vida que se te escapa… Y puedo decir que no me arrepiento de nada (hasta ese momento)  pero… en uno de esos momentos tuve que haber dicho ¡basta!, y hablar sin miedo…

Llegan épocas de cambios, de institutos, de nuevas amistades. Y la cosa desde luego no mejora. Al contrario. Tú creces, tu cuerpo por desgracia hacia una dirección predeterminada. Y el desequilibrio aumenta. Ya no te vale eso de “No encajo porque los demás son gilipollas, que también” Sino eso de “¿Y ahora?, ¿porqué tiene que ser así?”
 La humillación continúa y por orgullo de patria chica sigues callado, olvidando que no es más cobarde quien más se queja, si no quién más calla.
 Y la única solución es optar por desarrollar a alguien que no eres tú, que es totalmente contrario a ti, y que sin duda odias. Pero es la única forma de sobrevivir.
 Y entras a un gimnasio, allí encuentras a gente con la que eres uno más. Nadie pregunta si eres de aquí o de allá. Simplemente, estás. Y nadie te molesta. Parece un buen sitio… Si obviamos que te obliga a ser alguien que no quieres todavía más, y que por si fuera poco, ¡lo perpetúa!... Sigues sabiendo lo que quieres, en ocasiones estás apunto de abrir la boca, pero… No lo haces, estipulas que no es el momento idóneo… ¡¿Porqué?! Mientras patéticamente tu vida, tu felicidad, se van agachadas por la puerta de atrás.
Y te conviertes en efecto en alguien que no quieres, pero es que se ha dejado de meter contigo tanto… y aunque te odias por dentro hasta un grado insospechable, por fuera aparentas férrea entereza y entusiasmo… Lo único que te entusiasma es que por fin te dan un respiro.

Y continúas así años, porque piensas que el tren ya ha pasado para ti, y que tienes que resignarte… Aunque por dentro, a escondidas, sabes que nunca, jamás, serás feliz así. Pero tampoco le quieres provocar problemas a tu familia cercana… ¡qué violento, decírselo! Pero… ¡Ay! Si hubiera sido más valiente de pequeño ahora sería tan feliz… Y eso si que hubiera sido cierto… Me mata.
 Hasta que llega un día… un día en el que entiendes en que no tienes que estar “fuerte” para serlo. En el que el criterio ajeno nada te tiene que ver.
Un día en que la sabiduría la atesora la riqueza del alma y no los años. Y entiendes, que aunque es algo tarde, nunca lo es. Cuando entiendes que aunque tendrás que enmendar los muchos errores que te claudican, el camino merecerá la pena si la meta es tu felicidad.
 Y tan sólo un empujoncito, PUM, hace reventar todo. Y quieres sacarlo a la luz, y no como tantas aquellas veces que no te atreviste por miedoso, porque el miedo pudo más que la felicidad. Y te alegras. Y sonríes, aunque tienes miedo de no poder lograrlo, de lo violenta que será la situación, del resultado, de lo inverosímil, de muchas cosas, pero nada de eso importa cuando sigues a tus pasiones.
 Porque entonces sí que eres tú, esa es tu “Una”, tú historia.

Como me dijo una gran persona, “no se trata de que te digan unas palabras de apoyo. Todo lo que te puedan decir, tú  ya lo sabes. Porque es así como piensan  las personas que te quieren, en tu felicidad. El que te quiere, lo hará pase lo que pase.”  Así que supongo que vivir la vida es la única forma de vivirla.

Mamá esto se me sigue haciendo difícil, y aunque creo que las analogías ya son tan obvias, diré que simplemente siempre quise ser Chica. Nunca me atreví a decírtelo…
 Así que si hilas, entenderás que todo tiene sentido, cada situación extraña, cada pieza que no encajaba. Pero me daba vergüenza confesarlo, y más de un quebradero de cabeza me costó… Estos últimos meses he ido aceptándome y queriéndome. Y con la ayuda de gente, a la que sí considero amigos. He ido entendiendo que hay que ser quién eres, pues quien te quiere, te quiere a ti, más allá de si eres un o una.
 Te pido comprensión por favor, tu cariño, y tú apoyo. No es una decisión tomada a la ligera. Es fruto de la reflexión de toda una vida, y se quién soy.  Y ya sabes que a reflexión no me gana nadie. Quiero ser una chica, y sí, por si también te lo preguntas, me gustan los chicos. 
Tan sólo deseo que te lo tomes bien. Tan sólo quiero ser quién realmente soy, y quiero ser.

 Te quiero muchísimo, lo has sido todo para mí. Muchas gracias.






lunes, 7 de julio de 2014

La Autarquía De La Prepotencia



Dedicado a Yay y a todos aquellos que no se subyugan y claudican su pensamiento. Los que siguen luchando, los que no saben cerrar la boca.
 Dedicado, también los desestimados señores de la calle “25 de Julio nº5” por relativo.


La autarquía de la prepotencia sin duda radica en la ignorancia. Y más que ignorancia esto ya roza la incapacidad.
 Uno de mis maestros dijo una vez que si se juzga a un escualo por su capacidad para trepar un árbol, este parecerá un completo inútil.  Lo mismo se extrapola al circo esperpéntico al que comúnmente se conoce como ejército.

 No se a que mente pensante, y ferviente del clientelismo, le ha golpeado la piedra de la epifanía en la cabeza y se le ha ocurrido la feliz idea de pensar; primero que la Inteligencia se puede cuantificar, y segundo que en todo caso el IQ se puede aumentar regurgitando y vomitando unas respuestas prefijadas.
Lo más curioso es que al final resulta que los "listos" son los más tontos, los más aptos los más encajonados, y los determinados a formar las respetables filas son sin lugar a dudas, los más adoctrinados.
A veces pienso que todo es un arduo y entresijado complot estatal por cribar la distinción. Y otras pienso que estoy sobreestimando a este ser, y que simplemente es un pobre ignorante que se sienta a echar pestes de los demás sólo porque los otros niños no quieren jugar con él.
De una manera u otra, el resultado es un hermetismo, que ya sea por necesidad o por falta de razones, se traga fondos y faltas por igual.
Lo que está claro, es que aquí están los que están y los que no están. Y parece simple, corroborando lo sumamente complejo que es.

Se que nadie tira piedras contra su propio tejado, pero en un ejercicio de conciencia fría y alejada... El término técnico sería un... "¿En serio?"  Aquí esto no hay nadie que se lo trague... Y el que lo haga que piense seriamente en la eutanasia... Pues está muy enfermo y a diferencia de lo que aquí el Teniente psicólogo del "25 de Julio" de la subdelegación de Tenerife,  profesa en respecto del IQ, esto no se mejora con la práctica.
El ejercicio de querer taparse con la manta y obviar el mundo exterior, resulta más pueril que práctico. Pero aquí, en "buro-antiproductividad-militar" les funciona bien no se crea usted...
Sigan agarrándose al sillón,  llenen los estamentos de chupasangres autárticos de la misma ideología vacua. Porque estos métodos nunca han funcionado mejor, no tanto como en la pseudo sociedad decimonónica que conforman por aquí. Donde juez, jurado y verdugo comparten la misma sombra.

He visto a tantos altos mandos mujeres como personas que no sean victimas  del desprecio oculto tras una cara amable. Ninguna. Y lo veo, lo veo en cada mirada, me hablan, me escupen, presas de su propia de  prepotencia autártica de su propia mente, pobre, que busca la supervivencia a toda costa, aunque esta pase por la ignorancia.
 ¿Y qué pasa conmigo? ¿Que me desvinculáis de vuestras empresas? ¿Por qué? ¿Porque no llevo el collar de castigo abrochado, porque ni quiero ni puedo cerrar la boca, porque no soy dócil, o porque no quiero ser vuestro imbécil? ¿Eso me convierte en peligro no? Yo no soy el que tiene los fusiles… Y puede que vosotros podáis ser más fuertes, en masa, que yo… Vosotros podréis tener el poder, mas, yo tengo algo en la cabeza que jamás cataréis, la razón…
 Vendéis historias efímeras, que comienzan cuando empiezan a terminar. Y buscáis compromiso, y coperatividad, y trabajo, y también compañerismo, que no se diga...
Cualidades que sin embargo, viene a reunir tu cuñado, ¡Eh!, Mera casualidad…
Dicho sea de paso, también es casualidad que el día 27 de Junio de 2014 en la Subdelegación de Defensa del “25 de Julio” en Tenerife; 
A las 8 de la mañana, un grupo de solicitantes estuvieran discutiendo donde los “iban” a destinar.
 Que el mismo grupo más tarde se dedicase a parlotear en el patio interior con unos altos cargos haciéndose carantoñas y con actitud de jolgorio, mientras en la lejanía regalaban algún que otro guiño a terceros.
 Que comentasen animosos las respuestas del examen antes de que este haya tenido lugar si quiera.
Que la mayoría compartiesen el mismo primer o segundo apellido.
O que tras manifestar educada sorpresa al comunicárseme el fallo en respuestas tales, y literales, como “Manolito tiene 340 sellos, cuántos les faltan para completar la colección de 360” al psicólogo se le olvidase, por casualidad siempre, hacerme la entrevista, y poco menos que me invitase a salir de su despacho al pedir ver el examen.
 Con respecto a esto, creo que es inverosímil el hecho de que ya no sólo de que una persona se equivoque una vez, si no sistemáticamente en este tipo de preguntas. Y menos teniendo estudios universitarios. Y menos teniendo estudios universitarios… Modestia aparte.
Casualidad…

 Cuan hambriento afán por corromper todos los estamentos, por borrar todo atisbo de lucidez de los estratos respetables.  ¿Os sentís seguros sólo cuando vuestra incompetencia queda ensombrecida por la de otros? ¿Extinguir sueños os hace grandes? ¿Acaso en vez de solucionar vuestros traumas se los inculcáis a los demás para mitigar vuestra desgracia? Pobres bobos, me dais pena pues lo único que os queda es una prepotencia que ni si quiera es vuestra, que usáis para escudaros de las tristeza. Pues sois las marionetas que por comer se suicidan, que por más que su alma grite mansa y deliberadamente no dejarán de ser, por siempre, sumisos, en estampida.








lunes, 16 de junio de 2014

D A T


D A T; dedicado a ti:

“Te escribo leyendo tu blog, de fondo suena la primera música aleatoria que salió. (Like Lions do) Nunca había oído melodía mejor… Si es que los  mejores “algos” de mi vida siempre vienen repentinos, y casuales…
 Te escribo para contarte porque no me volverás a ver, pero yo no podré evitar poder volver a jurar no volver a escribirte, y volver a recaer, y volver a escribirte, y tener el dulce premio de que mandes a la mierda.

 Fuiste tú la que me empujaste a escribir, a sacar todo esto afuera, así que pienso que en cierto sentido, una parte de esto te pertenece, a veces más de lo que podría creer yo mismo.
 ¿A qué coño viene todo esto pasado tanto tiempo? Ya a nada supongo… No me lo creo ni yo…

Todo fue culpa mía estaría dispuesto a decir,  pensé que yo era el que te salvaba a ti. Pero siempre fuiste tú la que me salvabas a mí… Tengo tanto y tanto que decir que siento y sé, que no podré decirlas todas de una vez…
Cada segundo pasadas las 4 de la mañana, cada risa sacada, cada… color… que se colaba. Cada palabra, cada dedo que rozaba la pantalla, cada mirada al monitor apagado e inerte, cada pensamiento, cada lágrima derramada, cada sentimiento, cada locura no consumada, cada una de las cuatro letras de tu nombre. Si es que hasta a veces vuelvo donde nos conocimos sólo por poder oir cómo sonaban los mensajes al enviarse. Todo, que se une, que golpéa, y que se va…

 Una vez me pediste que fuera sincero contigo, siempre lo mereciste… Pero es difícil serlo cuando no sabes lo que es la verdad. Supongo que lo único que conozco como verdad pasa por ti, y hasta eso lo corrompí. Jugar a ser mayor es difícil cuando nunca has sido muy pequeño, y en eso, amiga mía, llevo un poco de ventaja.
  Ahora sería muy fácil y llegar aquí y decirte las mismas palabras acompasadas y ñoñas de los cuentos que nadie se cree. Pero no estoy aquí para eso, no…
 Una vez me pediste que fuera sincero contigo, siempre lo mereciste… La verdad es que pasé mucho tiempo sin querer saber lo que era verdad y lo que no. Pero aún en esos momentos, aún cuando todo se torna en nada, la nada siempre tiene un “algo”. Y por mucho que queramos alejarnos para ver mejor el mar, hay “algos” que siempre serán “algos” por mucho que nos esforcemos en obviarlos, en olvidarlos, en… que no estén ahí, los “algos” forman parte de nosotros, y jamás, y escúchame bien. Jamás se irán…, se, que no nos abandonan nunca.

 A veces nos perdemos sólo para tener la oportunidad de volver a encontramos, porque en el fondo sabemos que no queremos perdernos ni demasiado ni para siempre. A veces hay que desaprender, sólo para tener la oportunidad de aprender de verdad. Porque hay cosas que se aprenden 2 veces en la vida, pero no 3… pero a veces sí 4…
Llega un día, que no tiene nada que ver, pero que cuando miras el calendario todo cobra sentido, hoy es 13 Junio… de 2014, y desde el 5 de mayo de 2013, han pasado 373 días.  373 días, desde que colgué el calendario y conté día por día, cada día, todos los días…
Una marca para cada uno, desde que los Sábados ya no se convierten en Lunes, desde que los lunes ya no esperan nada. Desde algo que me mató y marcó para siempre. 373 días que hubiesen sido un camino de rosas sólo con tener un “hola” tuyo por las mañanas.

No soy de excusas, tampoco de echar la culpa a nadie, se que ambos dijimos cosas, que se malinterpretaron otras, pero también se, que quién tuvo la culpa, fui yo.
 Y lo asumo, porque cuando se juega con fuego lo mejor que te puede pasar es que te termines quemando. Nunca quise que nadie se quemase conmigo. Jamás pensé que si alguien lo haría serías tú.

De todo aprendí algo, “algo” que también a contribuido a que hoy escriba esto, algo y “algo” que me ha hecho crecer, de veras…

La verdad es que me olvidé demasiados ratos de quién era, no es que me vengan las epifanías de vez en cuando, es simplemente que no vienen cuando tengo la oportunidad de expresarlas.

 Mucha gente se mete de por medio, que si está lejos… Que si esto es pasajero, que si les importa una mierda, que si poco más que te instan a dar la patada. Como si esto fuera algo efímero. Sabrán ellos de algo… Que sientan cátedra para juzgar desde lejos a mil millas, con la vista a un palmo corta.

 Luego aparecen terceras en discordia, y no me avergüenza decirlo, aunque sí me apena tener que relatarlo. En mi defensa diré que me recordaba a ti, era todo lo contrario a ti, pero eras tú. Tendrías que haberte visto, eras tú… Desnuda al salir de la ducha, o en una cama ajena, con los labios entreabiertos, con el dulce y jadeante compás del amor, dormida, con los pies descubiertos y los brazos abiertos, con tu alma en cada verso…, con la mirada fulgurante que te advierte que cuanto crees, se te torna incierto.  Porque créeme, no eras tú.
Ni que decir tiene que nunca manché ni se me ocurrió por un momento corromper lo que fue. Si algo ocurrió fue después dejar todo sentenciado, o eso me gustaría decir. Mas, mejor dejamos las historias de cuento para los ingenuos.

En fin, supongo que me recordaba demasiado a ti, ayudar a levantar a alguien así, era, ayudarte a ti. Ttambien supongo que como excusa suena más bien floja, pero la existe la verdad… y… ¡La Verdad!, y la mía no deja de ser menos cierta. La cosa me llevó por sitios donde nunca me sentí muy identificado, ¿y sabes porqué? porque yo estaba ahí, a tu lado, pero esa no eras tú, porque V´s, V´s sólo hay una… No doy nombres, ya sabes, no me gusta. Pero si algo aprendí fue a no ver lo que no hay en quién no es, y a ver lo que es, en quién sin embargo, sí es. No arreglar lo que no se ha descompuesto es sin duda, la mejor opción.

Y aunque suene mundano, el sexo, el roce, los besos, una mirada, tu voz… Cuando todo va mal tan sólo oir tu voz hubiese bastado para que TODO se hubiera quedado en nada. Ni hablar del resto, lo hubiese asegurado durante mil años. Pero tu voz era lo más grande, tu voz y sentir que estabas a mi lado aunque hubiesen miles de km de por medio, eso ya no importaba.
 Lo peor es que aunque lo sabía, no lo supe hasta que todo fue demasiado tarde. Las cosas a veces no van bien, ahora, y gracias a ti entiendo que para que vayan simple y llanamente bien, sólo se precisa de un beso en las mañanas, tu voz, una mirada. Y la certeza inequívoca de que todo, irá bien. Porque es así, para que todo vaya bien, basta con hacer que vaya bien. Ahora SÍ lo entiendo.

Tuve que haber dado un golpe sobre la mesa. Si volviera a ver a ese niñato de hace un año le daría una hostia, pero de las bien dadas. Y al de hace un minuto también, ¿Porqué no?
 Tuve que haber reclamado lo que era mío de las manos ahítas de quienes creyéndose en la razón eran los más ignorantes, ahora se que para verlo tuve que perderlo todo, sólo para tener la oportunidad de llevarme tan sólo lo que yo quería, y desechar lo demás.
 Hoy lo que más anhelo y ansío es una cosa, y no es ningún secreto. Sólo quiero redimir las cosas que siento que debo redimir. Sólo soy un tío que ha sabido hacer las cosas demasiado mal.

 No estaba preparado y me perdí, ahora que me he encontrado, resulta que lo que he perdido es a ti…”

La sala sólo esta iluminada por una luz azul de un monitor que parece extinguirse. El reloj marca las once. Tan sólo adorna la estampa el pitido de la olla express en la cocina, una foto semidifusa en la mesilla de noche, y unas zapatillas desvencijadas en un rincón.
  Apesadumbrada la nota cae y se desliza sigilosa por el suelo, sólo hay un reguero de sangre que se marchita, sólo hay un cuerpo que escuadriña la nada…, inerte, sin consuelo.






lunes, 2 de junio de 2014

¿Cuándo Se Abren Las Oposiciones Para Rey De España?



Hoy me levanto, enciendo la televisión, y me encuentro con esto “El rey de España abdica en su hijo tras 39 años de reinado”… ¿Abdica en su hijo?, ¿Abdica?, ¿En serio? ¡Menudo atropello!

Que a España siempre le ha gustado vivir en los inconmensurables clichés decimonónicos no es una sorpresa para nadie, ya nos lo decía el bueno de Machado en El Mañana Efímero.
Y desde siempre nos ha gustado ostentar ese orgullo de patria chica pomposa y opulenta, que llevamos todos encajonados en el pecho. Y con la premisa descollante de “si mi vecino puede, oiga, ¡yo el doble!” de la mano, nos hemos embarcado en no pocos despropósitos.

 Se entró en su momento en una comunidad económica prodigiosa que nos iba a catapultar al éxito, con el afán lucrativo de ponernos al nivel de asociados que nos llevaban un siglo de ventaja. Y lo conseguimos, vaya que si lo conseguimos... Hubo fiesta y hasta piñata, pero a mi, no me preguntaron…
 Y claro, aquí ya hay que actuar raudos y vivir vanidosos, eso es lo importante Y el que nos tache de petulantes es porque no entiende que “La marca España nos representa”   Yo lo entiendo…  es lo que tiene lo flamante,  que precisa de una fachada de triunfo. ¿Pero me preguntaron a mí?
 Luego resulta que mi hospital ya no es mío, que la escuela tiene que revertir beneficios, que el agua tiene dueño y hasta tendré que pagar por respirar… ¡Ay!, pero espera… Me habrán preguntado y no me habré dado cuenta… Es que como no se “escrivir” soy un bobito saben…
Yo, a veces me pregunto si es que aquí alguien tiene delirios de grandeza, y se creen la gran cosa. A lo mejor se piensan que son Maquiavelo o algún monarca del siglo XVIII. Y que tienen que ser los salvadores del pueblo, salvando al pueblo del pueblo.

Y hoy me levanto, y, Cuan alta es mi sorpresa cuando enciendo el televisor y veo que la abdicación se regulará mediante ley orgánica, y que “Felipe VI” (que ya hasta lo dan por hecho) podrá ostentar la corona a finales de Junio.
 Pero tranquilos que los intereses nacionales y la opinión popular están bien protegidos y representados en los dos partidos dinásticos. Y bueno estos señores, pues deciden por nosotros, sin preguntar ni nada, porque no hace falta, porque estos señores son más listos que nosotros y ellos son los que tienen que mandar y decidir… que ya Franco lo decía Haga como yo, y no se meta en política.  Al fin y al cabo estos asuntos son minucias…

 Y claro, la figura de un monarca pues es muy importante pues para eso… Para hacer sus cosas de rey, y firmar, y reinar claro sí, y… saludar, y representar, porque representan mucho. Y para asegurar la soberanía nacional, claro, porque Tejero como te descuides vuelve otra vez con los militares al congreso. Desde luego un buen símbolo absolutista es justo lo que hace falta hoy en día, en un estado de democracia, sí ¿Y qué mejor manera de asegurar y ratificar la soberanía popular, que poner al frente a un señor seleccionado a dedo? Su sucesor por consiguiente, ha de ser dictado por las mentes pensantes previamente dictaminadas, que esto es un aspecto demasiado importante como para dejarlo en las manos plebeyas de nosotros los ignorantes.

Pero yo pensando… Voy a decir una locura, eh,  Pero… ¿Por qué no me puedo presentar yo a Rey? Bueno, vale, soy ciudadano de segunda, y los señores Borbones son seres superiores dictados por Dios. Es normal en un estado de derecho hayan botas que pisen las cabezas de los demás, pues, por su cuna…

 Pero bueno a todo esto, en serio. ¿Cuándo se abren las oposiciones para Rey de España?

martes, 27 de mayo de 2014

Breve Carta Que Se Fue



Hoy quiero que me permitáis un pequeño inciso; un breve pero ecléctico fragmento de la carta de despedida dirigida a los que puedo llamar con orgullo mis “hermanos piruleteros”



260 días después…Volver al lugar donde empezó todo, al mismo banco, al mismo traqueteo de los coches pasando por la autopista, al mismo silencio, al montón de sonidos que no escucha nadie, pero que hacen demasiado ruido.

Las caras apáticas, la falta de pasión, porque es eso lo que falta, ¡pásion!, pasión por algo que no está...
 En su lugar se ha instalado la apatía, la dejadez, la belleza intransigente, de un pensamiento que llegó, se instaló, pero que nunca estuvo aquí.
 Muchas gracias.
Y ahora os hablo a vosotros, a los que me conocisteis entre día y día:

En este lugar he tenido la suerte de conocer a gente maravillosa, gente singular, con verdaderos nombres apellidos, que espero que no pierdan, de ninguna manera...
 Muchos habéis encajado aquí, yo supe desde el primer día que este no es mi sitio. No se si estará más aquí que allá, quizás en la otra orilla... Mas, aquí no.

 De todo corazón hubiese querido que el espíritu didáctico que se gesta hubiese sido de otra índole, pero lo mío con educación ya no tiene arreglo, y es que somos antagonistas de este chiste. El que me conoce lo sabe bien... Hay gente que se va porque todo le supera, o porque se pierden en medio del vórtice de entropía en el que convierten su vida de apoco, yo simplemente me voy, porque este lugar ni me motiva, ni me insta a quedarme.
Ya no siento ningún respeto por una institución que aún no siendo ni la única ni la excepción, bebe de la incompetencia, la falta de visión, y la corrupción. Y digo estas palabras con todas las letras y plena conciencia de ellas, y tacho a esta institución de ellas desde las bases que la componen en su día más ordinario, hasta la directiva que la alimenta. A cual peor...
Ya lo sabía de antemano, este no era mi sitio. Pero que conste que nunca me dejé cegar por mis prejuicios ni mis preconocimientos, llegué dispuesto a escuchar, pero una carrera carente de razones me dio la razón.
 De cualquier manera, agradezco los servicios prestados al cuerpo docente, e incluso a la institución en si, y educadamente os digo adiós con estas palabras " No me gustaría ser partícipe de este circo, ni de este esperpento, y por ende,  puedo, y como puedo decir, digo, que aquí tenéis vuestra facultad, quemáosla si así os place"

Creo que la palabra "error" no existe en mi vocabulario, al menos no con la acepción clásica y ordinaria de la palabra. No creo en los errores, pero creo en los puntos y aparte.
 Estos meses me han servido para construirme y edificarme como mejor persona, me han servido para vivir con y por ideales propios... También, y no menos importante, para conocer a una serie de personas que como ya he dicho me han alegrado y alumbrado, un camino a priori sombrío.

 Las cosas no son fáciles, probablemente para nadie, y yo no soy la excepción… Mas prefiero vivir entre tormentas que residir entre rebeldías mansas. No quiero sonar redundante… Si es que ya he hablado mucho de todo esto desde hace mucho,  y el que no me haya escuchado, quizás será mejor que no me escuche…

Buenas noches, y buena suerte… Hermanos

martes, 20 de mayo de 2014

Mira Lo Que Hago Mamá




Nos pasamos el camino solos, bulliciosos en las letras, perniciosos en el vicio, aletargados de verbo. Las palabras al final son las mismas, todos queremos pan.Ya he apuntado que la excelencia radica en emocionarse y emocionar.
 ¿Pero donde radica el emocionarse?

 Aquí hace tiempo que nadie es perfecto, que nos ahogamos, que nos pisamos si la ocasión lo amerita,  porque por naturaleza siempre intentamos salir a flote, sí. Y es eso, la naturaleza, precisamente, lo que nos lastra...
 Precisamos acérrimamente ser felices, lo ahelamos... Si es que hasta a veces somos felices pensando en serlo. Y si no lo somos... Nos lo inventamos, nos inventamos cualquier excusa. Unas gafas de sol que esconden la lágrima que cae y que limpia una vida herida.
El maquillaje que tape los desvergonzados resquicios del día anterior, las marcas de un futuro se vino ayer, y hasta la línea recta...
Vestidos con la ropa más cara de la tienda para obviar la belleza inherente de la desnudez. Postergados y subyugados a una autarquía déspota que me insulta, que se ríe con risa de retraso. Y que aún así se pasea por las incausadas causas de la satisfacción plena.
 Esa que no se mira al espejo, y que se deja ver con el cartel de alienación colgado al cuello. Cual héroe de cantina, cual esperpento abundante, muy a mi pesar, en cada esquina.
Me desespera que el ignorante de al lado no sea capaz de amar a lo que no es y es sin serlo, el conocimiento. Y que asocie la genialidad más pura, con la mediocridad de medio pelo y tinta.
Mientras tanto mis versos se desperdician en la almohada, mis letras ruedan calle abajo sin un lugar, y mi prosa sigue esquiva, esperando esperanzada, calle arriba.

Todo escritor tiene un poco de "mira lo que hago mamá", y es eso precisamente nuestra mayor baza, y nuestro peor miedo. Por un lado, nos hace peculiares, nos otorga un nombre aparte, por otro, nos hace peculiares, nos otorga un nombre a parte… Nombre que hay que mantener. No de cara a los demás, la gente ya valora más un título ribombante que una buena sombra, no. Lo difícil de mantener es al tipo que aparece en el reflejo de la ventana cada día, a ese cabrón hay que mantenerle el ego en su justa medida. Y es simple diría yo… Basta con evitar que quiera a ir a más, mientras se despeña.
  A sí que sí, emocionar, trasladar… Escribir… “Mira lo que hago mamá”


 No nos engañemos, el convencionalismo social queda muy señorial, hasta heroico diría yo. Pero la naturaleza intrínseca de nuestro ser, de la que antes hablamos, prende la mecha de una dualidad antagónica que nos acosa. ¿Para qué ocultarla? Ni que se fuera a desvanecer por el mero hecho de rehuirla…
 Por ahí escucho historias que hablan de igualdad, de justicia con la boca ancha, de sabiduría con las premisas en el aire, de respeto pero con escrúpulos preenjuiciados. Y yo me pregunto; ¿Acaso no se alegra el médico de la enfermedad ajena? ¿O el abogado de la trifulca social? ¿Si me percato de una herida sangrante, debo dejar de explotarla? ¿Acaso me compete a mi que un insensato se suicide? (Pero eso es otra historia)…  Dejaros de eufemismos que insultan a la razón, pues la tolerancia no pasa por entenderse necesariamente, si no por aceptarse. Tal como la luz que no deja ver el sol,  la belleza a veces radica en que sea tácita, y hasta taciturna, dentro de su propio mundo. Para que luego resurja bendecida por el don de la supremacía.

 Simplemente es aceptar que no sabemos aceptar lo que deberíamos aceptar, como aceptado. Y aunque más plausible sea construir castillos de naipes tan volátiles como su Raison d'être, la providencia no se esconde tras sus acotadas esquinas. Ya lo he apuntado en más de una ocasión “El amparo de cuanto es ilegítimo tiene fecha de caducidad”

 Y para mi no hay diferencia sustancial entre la niñata que se pavonea tunante fingiendo una vida, y el anciano de pueblo que se sienta con sus contemporáneos a quejarse de lo de siempre, con las cuatro únicas palabras que ha aprendido en los últimos setenta años.

No veo diferencia, entre la mujer florero descontenta sexualmente que ahoga sus penas con materialismo estúpido y presuntuoso, mientras por un instante su presuntuosa actitud la evade de un contexto que la abruma. Y el borracho de la cantina de abajo que pretende que sus ansiedades se desvanezcan como la virilidad en Gran Bretaña.

O el grandilocuente y redundante escritor de medio pelo, que ahoga sus consuelos en la tenue luz de una vela que hace las veces de farola o pistola, mientras critica con sentimiento vacuo cuanto se le amerita, que es todo, para darse una importancia que no le esperó. Y el matón de pueblo que amenaza lo que puede, que no lo que debe, picoteando de lo rastrero y perecedero, siempre al lado del más débil, pero jamás en relativo al colosal.

Yo veo diferencia, sinceramente, entre tú, o yo… Y aquella niñata, o el anciano, o la mujer florero, ni si quiera distamos del borracho, o el escritor ese que no quiere ser un loco, tampoco lo somos del matón… Porque sus personas están dentro de todos y cada uno, sus miedos, sus inquietudes y fantasmas son los mismos. Al fin y al cabo todos incluimos y comedimos los mismos males pandóricos.
Y sin embargo, cual chiste tan macabro como irónico, los itinerarios que se usen para  exorcizar los males de cada quién son muy heterogéneos, y necesitamos que alguien los apruebe, claro… ¿Cómo los escritores no vamos a buscar eso de “Mira lo que hago Mamá”, si lo que vivimos y hacemos no es más que una fotografía de las realidades que nos tocaron vivir en el momento de concebir?

martes, 29 de abril de 2014

Aprendiendo a No Aprender



Claudica la asimilación de las especies marchitas de cuanto es verdad.
 A mi hermano:

Se que aún no puedes leer esto, también se que cabe la posibilidad que nunca lo leas, pero por si acaso, ahí va… Por que la vida al final está hecha de “por si acasos”

Puede que no vuelva a ver estos parajes nunca más, y puede que nunca vuelva a sentir el delineado placer de escribir sobre una hoja cuadriculada, mientras sueño absorto, con sentir los deshilachados hilos inexistentes de la libertad.
 Puede que sencillamente no vuelva a ser el mismo.
 A veces no se a quién le escribo, si es a mi, al que vendrá el siguiente o al contemporáneo, al del cuarto de al lado. Y a veces me encuentro con que no se muy bien el porqué… Empecé a escribir porque me daba rabia, rabia y pena, pena de que el tiempo se robara silencioso lo que digo, rabia de que se apropiase de lo que no tengo.

 Y es por eso que empecé a escribir, para acercaros el mundo, mi mundo y la conformación de este bajo mi mirada, a las alabadas almas de vuestra luz, y me refiero por supuesto, a vuestra realidad. Quizás con más o menos acierto, pero siempre con mi particular y delicioso caos, o como solía decir aquel bohemio autor, “con lo de siempre improvisado”, porque al final, la luz no deja de ser la misma para todos. La iluminación, sin embargo, es lo que llamamos poesía.
 Porque al fin y a fin de cuentas, es más real, o no, o sí… o tautonicamente todo lo anterior, bella y tautónicamente...
Empecé a escribir, para sobrevivir, ya os lo he dicho. Necesitaba gritar, y es curioso como el mejor de altavoces se esconde agazapado esperando tan sólo a la mejor de las oportunidades, tras las líneas encausadas de una hoja en blanco.
Todos queremos pan, mi pan es este.
  La realidad no es "bonita", ni ninguno de los apelativos cursis y ñoños que te vendían en la escuela, tampoco fácil, esto a estas alturas lo sabrás, pero sí que es bella.
Te heredan complejos, te heredarán sus miedos, te heredaron sus frustraciones. Puede que nadie me entienda, y será exquisitamente genial. Puede que me ría solo y me tomen por loco, y que sea así como yo lo prefiera. Y puede que te sepulten con sus miradas, que te vendan futuros de fracaso disfrazados de recompensas, puede que empieces a platonizar en pos de un vago, pero desesperado intento de no ser el único paria. Puede, que en definitiva, no sólo te pidan, si no que te exijan que no seas tú.
 Puede que lo consigan… puede que nunca lo hayas sido, puede, y sin embargo, que lo hayas sido siempre.
 Y es ahí donde todo cobra sentido.
Me he pasado mucho tiempo, me da apuro decir “demasiado” porque nunca nada lo es, buscando a alguien como yo, alguien a quién enamorar con mis poemas, alguien, cuya mirada me iluminara los días… Sólo se que aquí no está.
 Y sentado en una nube de hormigón corroborando que todo tiene solución, y no, me gasto el tiempo. Y después de vivir por y para vidas ajenas sólo te puedo decir que…



Nunca abandones una idea, no tengas miedo a elegir lo que creas acertado, y si lo tienes, aprende a aceptarlo, aprende a vivir con él, y a llevártelo un poquito de fiesta. De nada sirven las valentías que se ganan a costa de la cobardía. Pues al final tú, y nadie más que tú, serás tu mejor crítico.
 Que te diga nadie quién eres, o hasta donde quieres ser.

No despriorices lo que te apasiona, lo que te da la vida, lo que en el fondo tú quieres ser ni por ni para perseguir lo acertado, ni lo que “debes” hacer, ni tan siquiera lo que “tienes” que hacer. Yo una vez lo hice, y arduas facturas pagaré toda la vida, quizás. Convierte cada momento en el camino perfecto que te lleve a tus pasiones, por mucho que te coaccionen, no desistas. No escatimes en esfuerzo y testarudez en aquello que persigues. Tampoco tengas prisa, no olvides nunca a donde quieres llegar, pero que tu camino sea largo, porque ya sabes "Cuando emprendas tu viaje a Itaca, pide que tu camino sea largo, lleno de aventuras, lleno de experiencias” Porque al final, así, y sólo así, entenderás que es eso de encontrar las “´Ítacas”

Respeta para que te respeten, entiende que el mejor camino para convivir con alguien no es a veces entenderse, si no aceptarse. Y al que no te respete, hazle escupir el respeto, no siempre a golpes, a veces duele más la palabra precisa colocada en el lugar correcto.

“Nada existe, todo está permitido”, no obstante, se conciente y maduro con lo que provocas, electas, o amas.

Muchos serán los que no te entenderán, muchos, lo que vendan imágenes equívocas de ti, se que es duro, y puedes intentar que contemplen tu verdad. Pero de no ser así, no desesperes, al fin de cuentas ellos no conocen toda tu verdad. Se que todos precisamos de aprobación, pero de no toda la aprobación se precisa.
En ocasiones tendrás que obviar lo que sabes sólo para volver a aprenderlo de nuevo, a veces simplemente para que tu propia carne se convierta en un bello poema.
 Alimenta pues, en su justa medida razón, voluntad y emoción. A veces desequilibrando la balanza, pero siempre con el ojo en equilibrarla.

 No dudarán en aparecer personajes que querrán vivir tu historia, sólo porque la suya se acabó, o nunca empezó, o quizás porque nunca se encontró, o no se perdió lo suficiente… El caso es que lo alejes, y los mantengas lejos de la tuya. Recuerda eso de que “No es bueno el que te ayuda, si no el que no te molesta” Y si te pierdes, alégrate, pues podrás aprovechar para encontrarte de forma más acérrima.

Puede que todo al final no sea suficiente, o que por ventura propia acabes eligiendo un camino que no es el tuyo, te diré que “No culpes a nadie ni nada por no estar donde quieres estar. Si quieres algo cógelo. Pero no te quedes sentado autocompadeciéndote diciendo que no estás donde quieres estar por culpa de él, o ella… Eso lo hacen los cobardes y tú no lo eres” “ Nadie golpea más fuerte que la vida, ni tú, ni yo ni nadie… Te puede arrinconar y someterte a golpes…” La fortaleza consiste en aguantar cada golpe sin dejar de avanzar.
 Te confesaré algo, siempre digo que no me arrepiento de nada, y es cierto. Pero sí que me arrepiento de algo, de todo el valor que se gana por miedoso. Échale cara, picardía, clase, positivismo, aparca los miedos, pues nada es ni tan bueno, ni tan malo. Y fluye, fluye sin tener que ver con los demás. Los genios, los que de verdad disfrutan de este juego, están locos. Y es que al igual que la noche, la vida pertenece a los poetas y a los locos, como si no fuesen la misma cosa...
Los que no lleguen a ver tu grandeza, a quién superes, de quienes vayas pasos por delante, siempre te criticarán. Y en cierto modo, a veces es mejor ni perder el tiempo dando explicaciones por eso de “No arreglar lo que no se descompuso”.


Y bueno, al final, si absolutamente todo crees que va mal, recuerda que siempre hay alguien peor que sigue adelante, tú eres quién eres, y quién eres no te lo quita nadie, rememora eso de Ωβ, pégale un buen gancho a la vida y a por otro asalto más… Siempre se puede aguantar otro asalto más. Otro asalto más…

viernes, 14 de febrero de 2014

La Verdad o... Eso



Hacía ya demasiado tiempo que no me levantaba, que caminaba insulso, que tenía una meta pero no tenía objetivos. Hacía tiempo que me faltabas tú.
 El otro día me di cuenta de una gran verdad, de una certeza que se escondía a flor de piel de cada pensamiento habido y por haber en mis palabras.
 Durante años, me he preocupado de buscar a alguien que me quisiera, que me aceptase, pero me había olvidado de buscar alguien que me amase. (1)
 ¿Cómo contarlo, como ordenar una auténtica tormenta que se desata en un segundo sin que parezca caótica ni se vaya deshaciendo con el viento que sin complejos pasa tunante? Cuando bien sabéis que en el menor momento, comienzo a desvariar… ¿Cómo preservar atemporalmente una belleza que radica precisamente, en su efimeridad?


 Llevaba ya demasiado tiempo sin sentir, sin levantarme con una puta sonrisa en la cara, a decir verdad, no me acuerdo la última vez que lo había hecho. Llevaba demasiado tiempo sin mirar el alma de alguien a los ojos y decirle “Bienvenida…”

Aquel día yo no iba a salir, sólo me preocupaba estar solo y ratificar un silencio que a fin de cuentas consideraba mío. Pero no me preguntéis como ni porqué, salí, bendita equivocación…

 Me he encontrado con muchas personas en mi camino; buenos…, malos… , me he hecho ilusiones con tantas otras platonizándolas hasta límites insospechados… Pero nunca, jamás, había encontrado a alguien como Yo.
Yo,  Simple y llanamente. Había encontrado a gente con gustos muy similares, con aspiraciones equiparables, con ideales semejantes, lógicamente. Pero ¿Alguien con quién no necesitaría más palabras que las que suponen una mirada para entender absolutamente todos sus sentimientos? Jamás…

 Porque… ¿Sabéis esa sensación de saber con certeza lo que va a decir la otra persona? del punto de poder, sin conocerla de nada, acabar sus frases como si fueran propias. De mirarla a los ojos y ver más allá de unas pupilas verdes, pupilas que se difuminan en el mar del universo que crean, porque en el momento en la que la miro a los ojos tengo la  firme convicción de que veo todo lo que necesito ver, todo.(2)


 Yo estaba postrado en una puta cama malconvenciéndome por levantarme y roer un par de migajas de consuelo. Y de repente un día, me vuelvo a encontrar. [...] La inspiración te golpea, la luz ya no brilla al unísono de la tenuidad, y las palabras vuelven a danzar libres.

  Ya la había visto antes, alguien así no se olvida. La auténtica y genuina belleza (3), es imposible. […]

Llamarlo coincidencia, destino quizás, o sencillamente que pasó así; pero el caso es que todo fue perfecto por un instante, ya no habían sombras, ni miedos, ni tan si quiera recuerdos de los males que pudieron ser y no fueron. Sólo estaba […], y por un precioso y dilapidado instante las palabras trascienden, las miradas se cruzan y el tiempo, respetuoso, se para (4). Es entonces cuando todas y cada una de las cosas a tu alrededor dicen NO.




Vienen entonces las ganas […] de envolverte en un abrazo, de mirarte a los ojos y decirte “Gracias” (5). No quiero volver a separarme de ti, y es entonces cuando lo único que quiero es volver a verte aunque se que todavía no te has ido, es entonces cuando vuelven los miedos, esos que dicen que no te volveré a ver, que seré una hoja más que arrastra el viento por tu vida, que no seré para ti más que lo que son los demás para mi. (6)

 Y te veo entonces desde fuera, sin el cálido abrigo de tu manto, y me doy cuenta de que puedo ser  para ti quizás sólo una mentira más (7); Porque… ¿Qué es la verdad, Qué es el amor? (8)







La verdad es aquella que nos imponemos, quizás la que se nos es más propicia a imponerse (9), pero elegida por nosotros, más coartada, menos… pero elegida.
 El dolor, en todas sus vertientes, es la más bella de las criaturas (10), y nos empuja a agarrarnos a algo:
 Un ente superior que nos educa, un ideal que nos guía, o un amor que nos salva. Necesitamos personificar las emociones (11), ¿Eso quiere decir que son mejores o peores? ¿Más veraces o mendeces? Yo simplemente se, que son las que son.

 El amor por ejemplo; ¿El amor es una emoción no? Quizás la madre de todas las emociones, y como no… Bebe del oportunismo.
 ¿Cómo se explica entonces que una chica encuentre, justo cuando se siente sola a un chico que la comprende, la apoya y la ama…? ¿Qué hace que ese chico sea el indicado para ella? Su gran amor… ¿Qué hace más indicado a ese chico que al otro, al otro, o porqué no, que al otro? Quizás un segundo, e hipotético chico sea más indicado, pero, ha llegado tarde… Es inoportuno...
 Puede que el segundo sea más indicado, pero… el primero la ha conocido antes, un día, una semana, un mes…
 Si el tiempo no ha hecho a ninguno de los dos ni mejor, ni peor… ¿Porqué el primero es claramente más indicado que el segundo? Oportunismo amigo, dulce oportunismo… (12)

¿Pero acaso es menos válido? Si una frase en el momento correcto puede levantar más corazones que la más bella de las poesías, no seré yo el hosco que las desestime. Porque la realidad se propaga más allá de lo veraz o mendaz. Y es ahí donde al final sólo quedan acciones, elecciones, que son, y punto.
El más sabio no es el que mejor elige, si no el que antes ve venir los golpes…



Así que llega un momento en el que te das cuenta de que has sido más listo de lo que creías ser, que te has engañado, que te has cerrado los ojos con la misma inseguridad con la que hoy, aletargado y desconcertado los abres. Y que como este texto, llegado a este punto, todo cobra sentido.
 Has platonizado a cuantos seres había a tu alrededor, has manchado el sutil pudor de tu alma al otorgar personalidades donde sólo habían multitudes (13), te has engañado en definitiva, para sobre vivir.

 Le has puesto una cara a todo el mundo que optaste por tener a tu lado, la misma que no habías visto nunca, la misma que no esperabas encontrar, la misma que en el fondo sabías que no le pertenecía a nadie, la misma a la que hoy, le pones rostro.

Intentas describirlo, ¡es demasiado grande como para no hacerlo!, te quema tenerlo dentro aguardando, ¡pero no puedes!, ¡no sabes!, te enmudece tal figura. Mas cuando la frustración comienza a frotarse las manos, salivando en la vuelta de la esquina, pum… ahí está…
Todo lo que habías dicho, escrito, pensado, anhelado, ahora tiene personificación (14). Los “errores”, las decepciones, y hasta la maldita desidia, ya no existen, porque simplemente tenían que suceder. Al fin y al cabo, el amparo de lo que es ilegítimo tiene fecha de caducidad.

 Se te abre una nueva puerta, la puerta con la que no habías ni soñado jamás, pero es que tampoco jamás te habías sentido tan feliz de conocer a alguien.

Y la supresión de los grilletes de la desesperación antártica, y bien intencionada, ya no tienen cavidad. Puesto que al ver sus ojos ya nada importa…Cuerpos que trascienden aún más allá, olvida todo lo que has aprendido, obvia lo que tú sólo sabes, simplemente fluye, vívelo, siéntelo… es entonces cuando su carne misma, se convierte en un bello poema.
 Y eso, queridos amigos… Es el amor








 (1) Alguien que no sólo aceptase la forma de ser, actuar o pensar. Si no que le gustase, que entendiera de verdad, con quien entenderse.

(2) Sensación en la que las palabras están de más, todo trasciende, el momento trasciende. Se forma un mundo en si mismo. Solo existe un entendimiento total

(3) Ideas propias, ideales conformados en su propio criterio e inanerentes a si misma. En mi opinión, más correctos que las de cualquiera, pero lejos de juzgar su validez es indiscutible que eran propios, y eso, ya les otorga un inmenso valor, tan vasto como un océano.

(4) Hincapié en como el tiempo deja de ser perceptible en su compañía

(5) Puesto que ha sido lo que siempre ha buscado y nunca, jamás, había encontrado

(6) Miedo por no significar lo mismo que para mí esa persona significa, miedo a que para esa persona yo no sea mas que una persona más. A pasar sin penas ni glorias. A la indiferencia. O el rechazo

(7) Reseña al miedo anterior, ser una persona más. Miedo a la ordinariez.

(8) Entendido como el amor verdadero, aceptación y gusto por la persona en si misma, sin crearse “mascaras” ni platonizar.

(9) Haciendo referencia al condicionalismo, que no al determinismo

(10) El dolor entendido en sus todas sus vertientes, ya sea en su estado más exponencial, porque nos educa, o en la ausencia de este, porque nos permite observar con perspectiva equilibrada, o al menos diferente.

(11) Refiriéndose a que por naturaleza necesitamos ponerle cara a lo que sentimos, y si no encontramos a nadie así acabamos viendo realidades distorsionadas. O ni tan si quiera nos paramos a ver.

 (12) Oportunismo entendido como casualidad, o simplemente el hecho que supone una acción determinada por haber ocurrido en un lugar y momento concreto.

 (13) Referencia a otorgar distinción, cualidades o aptitudes que no les corresponden, a otras personas por el hecho reflejado con anterioridad, por supervivencia, por naturaleza. Si no tenemos una figura y la necesitamos, la construimos. Aunque ciertamente no esté.

 (14) La personificación, el engaño, la máscara que les habías impuesto a los demás ahora cobra vida propia en una persona real. Es una representación de tus aspiraciones en una persona física.